Tras la segunda guerra mundial, la vanguardia de principios de siglo XX quedó mas suavizada. Con esto las viviendas de autor fueron haciéndose más confortables para convertirse definitivamente en realidades arquitectónicas cómodas y habitables.
Junto al desierto era posible conectar la vivienda al exterior sin temer perder la intimidad. Es lo que hizo la Casa Kaufmann, un icono de la modernidad que el austriaco Richard Neutra levantó en Palm Springs (California) en 1947. Se trata de una vivienda de invierno. Parece de producción industrial —con vidrio y acero—, pero está anclada con piedra arenisca y protegida del exceso de sol por un porche cubierto.
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Para nada... la modernidad es fría como un cuchillo... bonita pero extraordinariamente fría. Por eso el Feng Shui le da ese toque de calidez que estas líneas puras necesitan.
Y lo hace porque entiende la energía del lugar dónde está esa construcción, y entiende la energía que provoca la FORMA de esa construcción.
Así podemos tomar decisiones decorativas que aplaquen la dureza de las formas rectas, que no existen en la naturaleza, y haciéndolo más vivible.
Y sin alterar para nada el proyecto, simplemente jugar con las métricas que sintonicen con lo que pide la energía de la construcción, y la paleta de colores, materiales y formas IDEALES para esa casa.
El Feng Shui es la súper herramienta para aportar…