Situada en el límite norte del área metropolitana de la Ciudad de México, esta casa de 1230 m2 construidos, se desplanta en un terreno que hace esquina justo sobre la avenida principal. La casa se extiende hacia el horizonte en un ángulo que forman los dos brazos de la construcción, esto se hizo para aprovechar la mejor orientación posible.
Debido a la topografía se decidió centralizar un bloque de circulaciones desde el acceso que une los 3 niveles, aprovechando la quinta fachada para jardines verdes y estudios. La planta de acceso es donde se desarrolla la vida cotidiana de la casa teniendo todos los servicios con cuartos incluyendo cocina, sala y comedor que están rodeados por una terraza que se abre al horizonte y unifica todos los espacios. En el tercer nivel se encuentran áreas adicionales como alberca, cine y salón de fiestas, mismas que se conformaron según la topografía del terreno.
Cuando Sobrado + Ugalde arquitectos concibió la casa, sabían que iba a ser vista desde todos los ángulos por lo que decidieron darle movimiento, transparencias y privacidad donde se necesitaba. El acceso peatonal lleva por un puente hasta el primer bloque de concreto —que es el elemento distribuidor principal de la casa— pasando por la primer fachada, un atrio flanqueado por un muro de triple altura, que resguarda a la casa del arroyo vehicular y una fachada de cristal que deja pasar la luz para iluminar las circulaciones de conexión de la diferentes áreas. La vista se revela al entrar a la casa y recorrer los pasillos que rematan en espacios de doble altura abriéndose a la terraza que divide la casa en dos, dándole un sentido de horizontalidad y ligereza con magníficas vistas.