El hotel ubicado en el estado de México, en una zona altamente industrial, cuenta con 24 habitaciones, siendo dos de ellas suites.
Se desarrolló en conjunto con el cliente; el concepto del hotel consiste en que cada habitación sea identificada con el nombre de una gran ciudad del mundo y cada una tenga una propuesta de arte que la identifique. De esta idea surge el nombre, Metrópolis.
El diseño de las habitaciones consistió en colocar la cama justo en el centro del cuarto, la regadera queda en el muro de cabecera y en éste hay una ventana con vista al cuarto con vidrio laminado entintado en rojo. Todo el mobiliario es de obra. La cama cuenta con un dosel de acero inoxidable y en la piecera se forma una pequeña banca forrada con veneciano rojo.
Los pisos son en porcelanato tipo duela. Por la ubicación de la cama se crean 2 pasillos longitudinales que van de la entrada al final de la habitación y de aquí al la zona de baño. Las paredes están en color crudo y el techo en un rojo quemado. Se substituyeron las cortinas por shutters de madera. Cada habitación tiene escrito en pared y techo el nombre de la ciudad en letras con volumen.
La iluminación juega un papel predominante ya que se buscó crear diferentes ambientes con una variada opción de tipos y direcciones de la luz.
El arte de las habitaciones está integrado por unas imágenes del artista Arturo Chávez, quien sobre cuerpos de mujeres proyectó imágenes de las ciudades para así fotografiarlas, dando como resultado una propuesta muy interesante.