En este proyecto el mayor reto fue el diseño de la sala-comedor ya que es el corazón del hogar y en torno al cual se desarrolla la vida social. Por este espacio tenía que cruzar una circulación hacia la terraza y se decidió girar el pasillo para crear dos zonas en forma de triángulo. En la primera y más grande se ubicó el comedor, la sala y el bar y en el otro más pequeño un piano y mobiliario antiguo que contrasta con la modernidad del resto.













