Esta casa se localiza dentro de un exclusivo desarrollo residencial en la Ciudad de México que cuenta con un excelente campo de golf. Se encuentra en una de las zonas de mayor crecimiento económico de los últimos años, pero su diseño le ha permitido mantener la privacidad necesaria para dar a sus residentes la seguridad y tranquilidad necesarias. La ubicación de la casa es privilegiada y a su alrededor hay fantásticos paisajes.
El proyecto de remodelación que se propuso para esta casa fue un gran reto que combinó la integración del interior y el exterior con importantes cambios que dieran un ambiente más cálido y contemporáneo a todo el espacio, así como una modificación en el programa arquitectónico para incorporar una nueva recámara. El diseño original ya contaba con grandes ventanales que fueron respetados para aprovechar las vistas y la entrada de luz natural.
La fachada principal tuvo importantes modificaciones ya que uno de los puntos primordiales fue agregar elementos que limitaran el paso hacia el interior, dando una mayor privacidad. Se modificó el garaje con una estructura metálica en forma de T y pérgolas también metálicas. Además se incorporaron dos columnas hechas de piedra arqueológica que hacen un juego geométrico frente a los ventanales.
En el acceso principal el pasillo tiene a su lado un espejo de agua que se comunica verticalmente con una ventana que se puso en la fachada para resaltar la invitación a un espacio de paz y tranquilidad. La combinación de elementos y materiales en el exterior dieron como resultado la nueva imagen que requería la casa en un balance perfecto de armonía, sensibilidad y calidez.
El interior tiene generosos espacios de doble altura que combinados con lo grandes vanos en ambas fachadas cuenta con excelente iluminación natural y aprovecha las vistas. Las escaleras llevan a un puente que separa la zona privada. Hacia un extremo se encuentra la recamara principal y hacia el otro el resto de las recamaras y una estancia.
En el interior los acabados se seleccionaron para mantener congruencia con la combinación de materiales utilizada en el exterior y así mismo lograr un excelente contraste en todos los espacios. Mármol, madera, cristal y algunos elementos metálicos son los que destacan al recorrer los espléndidos interiores de la casa.
Uno de los espacios más atractivos es la estancia comedor. En la estancia la doble altura y los grandes ventanales llevan inmediatamente la vista hacia el jardín posterior y el lago. En este espacio la armonía se logró con la adecuada selección de colores para los muros, así como los tonos de la madera y cortinas que se complementa con un preciso diseño de iluminación. El espacio se divide por medio de una chimenea que enmarca el paso hacia el comedor. El mobiliario se seleccionó para satisfacer las funciones de esta área y acentuar la atmósfera contemporánea de todo el proyecto.